La fontanería como actividad humana es relativamente reciente, ya que las primeras instalaciones rudimentarias las encontramos en la época del Imperio romano. De esta época conservamos algunos acueductos, como los de Segovia y Mérida, auténticas obras de albañilería y fontanería para proveer de agua a la población.
Los ingenieros de la antigua Roma diseñaron baños, fuentes y cloacas para evacuar el agua sucia, mediante un sistema de tuberías fabricadas en arcilla. Los Primeros materiales de fontanería conocidos, se ocultaban bajo el suelo y proporcionaban agua a las fuentes de los palacios.
Una de las redes más antigua es la Cloaca Máxima, del año 600 a.C Esta cloaca o alcantarilla mayor fue excavada en el subsuelo y atravesaba la ciudad de Roma de nordeste a sudeste. Contaba con numerosas bifurcaciones para conducir las aguas residuales de los palacios y los baños públicos, no así de las viviendas particulares.
Se construyeron multitud de canales, puentes y acueductos que se repartían por todo el imperio para abastecer de agua a toda la población. El aumento considerable de la higiene personal supuso, al mismo tiempo, la disminución de plagas y enfermedades.
Pero los romanos fueron, además, conscientes de la importancia de mantener en buen estado las instalaciones de fontanería, lo que dio origen a la especialización de un grupo de trabajadores; (Los Aquari) los fontaneros en la actualidad. Ellos se encargaban de limpiar regularmente los canales y mantener limpios los depósitos del agua.
¿QUÉ FUE LO QUE OCURRIÓ EN LA EDAD MEDIA?
Después de la caída del Imperio Romano en Europa se sintió un desprecio absoluto por todo lo que provenía de el, incluida la costumbre de los baños. Las instalaciones de fontanería dejaron de utilizarse y, en su lugar, las aguas fecales eran arrojadas a cualquier sitio.
Esta falta total de saneamiento propició las plagas de ratas en las ciudades y a la propagación de enfermedades como la Peste Negra que mató a más de 100 millones de personas en el siglo XIV, la Viruela y el Cólera eran enfermedades comunes entre la población, que carecía de una red de saneamiento adecuada.
LA BOMBA DE ROAD STREET
En el siglo XIX la tasa de mortalidad infantil en Inglaterra se situaba entre el 25% y el 70%. En Londres el abastecimiento de agua se hacía mediante bombas y pozos comunes y los residuos de todo tipo se vertían en los llamados pozos negros o directamente al río Támesis.
Estos vertidos indiscriminados, provocaron en 1854 el famoso brote de cólera, el Dr. John Snow investigó directamente la causa de la enfermedad, llegando a la conclusión de que era el agua contaminada con materia fecal la causante de tantas muertes. Con una gran resistencia por parte de la comunidad científica, cartografió los pozos de agua en un plano del Soho y encontró el origen en el pozo de Broad Street.
Cuando la bomba del pozo se clausuró los casos de cólera comenzaron a disminuir hasta desaparecer. A partir de ese momento la preocupación por una adecuada canalización del agua no ha dejado de aumentar hasta llegar a nuestros días donde tratamos y purificamos las aguas por medio de depuradoras, de ahí la importancia de no verter basura y plásticos a nuestros ríos y mares.